¿Qué sabemos sobre las conductas suicidas?
El suicidio es un importante problema de salud pública (OMS, 2018), en los últimos 45 años, las tasas de suicidio han aumentado un 60% a nivel mundial y actualmente, el comportamiento suicida es una de las principales causas de muerte en todo el mundo (Klonsky, May y Saffer, 2016). La Tasa de Mortalidad Estandarizada (TME) es de 11.4 por 100.000, y cada 40 segundos una persona se suicida en el mundo. En cuanto al sexo, el número de muertes por suicidio es tres veces mayor en hombres que en mujeres y son más frecuentes en los países con altos ingresos. Aunque no se puede hablar de un rango específico de edades, el 55% de los suicidios son cometidos por personas menores de 44 años, siendo la segunda causa de muerte a nivel mundial en jóvenes entre 15 y 29 años, después de los accidentes de tráfico. Sin embargo, en España se considera la primera causa de muerte no natural, ya que los suicidios superan actualmente el número de muertes por accidentes de tráfico.
En ocasiones la persona puede tener la intención de finalizar con su vida, pero el suicidio no llega a ser consumado. Según la Sección III del DSM 5 (2014), un intento de suicidio es una conducta que la persona ha llevado a cabo con al menos, cierta intención de morir. Hace referencia a aquellos individuos que han llevado a cabo estos intentos de manera deliberada, que no han resultado en muerte, pero en los que había una elevada intención suicida, por lo que realmente querían acabar con su vida. En cuanto a la incidencia de los intentos de suicidio, según Spindler et al., (2020) por cada suicidio se producen hasta 20 intentos de suicidio. Teniendo en cuenta el contexto, es sencillo comprender que los intentos de suicidio no solo afectan a la persona, sino también a sus relaciones más cercanas, en especial, a sus familiares, ya que pueden experimentar una elevada angustia ante la posibilidad de que las conductas se repitan, lo que puede deteriorar de manera importante el bienestar general de los familiares.
¿Cómo afecta a la familia?
Los intentos de suicidio son un desafío crítico al que se enfrentan las familias que conviven con un paciente con esta problemática. Resulta frecuente, después de un intento de suicidio de un miembro de la familia, que surja miedo en los familiares, e incluso un cierto clima familiar de enrarecimiento. Los familiares se sienten culpables, atemorizados y desesperanzados ante la posibilidad de que se produzca de nuevo otro intento y esto incrementa el riesgo de padecer problemas médicos y psicológicos, como la depresión y la ansiedad.
Distintos estudios sugieren que las necesidades de los familiares de las personas con intentos de suicidio no están adecuadamente atendidas por los profesionales de la salud mental. Aun así, los todavía escasos estudios sobre el tema, han demostrado que la recuperación de los pacientes mejora cuando se satisfacen las necesidades de los familiares en cuanto a obtener información, orientación clínica y apoyo. Por tanto, es necesario ayudar a los familiares de personas con conductas suicidas para reducir el malestar y la carga que soportan, dándoles información y habilidades para mejorar la relación con los pacientes, de esta forma se podrían prevenir/reducir los intentos de suicidio en el contexto familiar. Mejorar la situación clínica y la calidad de vida de los familiares de pacientes con conductas suicidas implica disponer de protocolos de intervención basados en la evidencia centrados en los familiares y para ello es necesario someter a prueba su eficacia y su eficiencia en investigaciones.
Intervenciones para familiares
Resulta sorprendente que ante una problemática tan grave y tan frecuente como es el suicidio, que no haya prácticamente intervenciones con apoyo empírico para los familiares. Hasta el momento, se han publicado dos intervenciones para estos familiares de personas que han realizado intentos de suicidio. En la primera intervención el grupo de Rajalin (Rajalin et. al, 2009) evaluó la eficacia del programa la Family Connections (FC) (Hoffman et. al, 2005) en una muestra de familiares de pacientes con conductas suicidas. La muestra estaba formada por 13 familiares y el diseño fue un pre post tratamiento, sin grupo control ni seguimientos. Los resultados mostraron una reducción significativa en la variable de carga y una reducción de la sintomatología ansioso-depresiva. En segundo lugar, Sun y colaboradores (Sun, et al., 2014) sometieron a prueba una intervención de formato psicoeducativo de dos sesiones de duración. También tenía un N reducido, sin grupo control ni seguimientos. Los resultados mostraron cambios significativos en la capacidad de cuidado de los pacientes y en las actitudes de los familiares hacia el suicidio, pero no se observa una disminución significativa del estrés relacionado con el cuidado de los pacientes (Sun et. al, 2014).
Proyecto de Investigación:
- Entidad financiadora: Proyectos I+D+i de los Programas Estatales Orientada a los Retos de la Sociedad, en el marco del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020.
- Duración: 3 años (01/06/2020 al 01/06/2022)
- Investigador principal: Verónica Guillén Botella y Heliodoro Marco Salvador.
Atendiendo a los resultados obtenidos en el estudio de Rajalin et al., (2009) con familiares de pacientes con historia de intentos de suicidio y los del grupo de Fruzzetti en población con alto riesgo de suicidio (Hoffman et al., 2005; 2007; Krawitz, et al., 2016; Flynn, et al., 2017), en los que se observa que los familiares que reciben el programa mejoran en depresión, carga por enfermedad, hostilidad y actitud crítica hacia el paciente, sobre implicación emocional, esperanza, malestar emocional, calidad de vida y estrategias de afrontamiento se espera que el programa Family Connections diseñado para familiares de pacientes con conductas suicidas, sea eficaz y eficiente.
Objetivo del proyecto:
Los objetivos del estudio son adaptar y someter a prueba en población española los módulos del protocolo de intervención FC, diseñados para ser aplicados específicamente a familiares de pacientes con conductas suicidas. Por otra parte, someter a prueba su eficacia y eficiencia en familiares de pacientes con conductas suicidas en un estudio controlado aleatorizado.
Criterios de Inclusión y Exclusión:
- Ser familiar de una persona que ha realizado un intento de suicidio en los últimos dos años.
- Firmar el consentimiento informado.
- Será criterio de exclusión la presencia de patología grave del familiar que impida llevar a cabo la intervención (como depresión mayor, psicosis, esquizofrenia, dependencia de sustancias, etc.).
En el caso de los pacientes, se establecen los siguientes criterios de inclusión y exclusión:
- Haber realizado un intento de suicidio en los últimos dos años.
- Manifestar la conformidad para participar en el estudio por escrito firmando el consentimiento informado y, en el caso de ser menores de edad, el consentimiento deberá estar firmado por los padres.
- Será criterio de exclusión la presencia de otra patología grave del paciente como psicosis, esquizofrenia, discapacidad intelectual, etc.
Las personas interesadas en participar:
Se pondrán en contacto con los interesados, se realizará una breve evaluación, y si cumplen con los criterios de inclusión, podrán recibir el programa Family Connections para familiares de personas con conductas suicidas.
Intervención:
Se trata de una intervención gratuita, que forma parte de este proyecto de investigación. La intervención es grupal y tiene una duración de 3 meses e incluye 12 sesiones que siguen un formato de grupo de 2 horas de duración y con una frecuencia semanal. La intervención está dirigida por un terapeuta y co-terapeuta que cumplen con la acreditación para poder impartir grupos de FC.
*Este proyecto está activo en la actualidad.